Lo Nuevo de Padrón
causa expectación
A pocas horas del estreno de su telenovela "Amantes de Luna Llena" en Venezuela, el escritor, Leonardo Padrón, confiesa sentirse "felizmente tenso".
-Se ha generado una expectativa tremenda y uno lo que quiere es cumplir y merecer el aplauso. Me siento muy contento, muy gratificado. Creo que estamos construyendo un espectáculo bien digno. Sigo teniendo los nervios de la víspera, pero sin lugar a dudas eso es lo sabroso de este oficio.
Leonardo Padrón ha logrado envolver con su magia seductora enormes y heterogéneas audiencias internacionales, cuyos ojos se posarán a lo largo de esta semana en los reportes faranduleros de Venezuela, con el mayor deseo de empaparse de cada uno de los detalles de una prometedora historia que esperan vislumbrar alguna vez en sus respectivos territorios.
-Estoy convocando a la materia prima con la que más me gusta trabajar: el talento. Buena parte del elenco está dotado de belleza física, pero la jerarquía aquí está marcada por la capacidad actoral más que cualquier otro criterio. Aquí hay gente a la que nunca le había escrito, a quienes siempre les quise escribir. Por ejemplo Carlos Mata, que es un gran amigo, nos queremos muchísimo. Siempre tuvimos ganas de trabajar juntos, por fin se nos dio. Lo mismo me pasa con Daniel Alvarado, Rosalinda Serfaty, Beatriz Valdez... También tenía muchas ganas de escribirle a Gianella Neyra, me parece una maravilla, posee un ángel descomunal. Aparte de mis recurrencias y de mis preferidos, estoy con otra gente que también me gusta mucho.
-Hablando de preferidos, parece que le echaste una vaina a Ana Karina al bautizarla como tu musa...
-¿Mi musa? Eso dicen,. Eso parece. La verdad es que es una definición que crearon los propios periodistas. Yo no lo he negado, porque obviamente, Ana Karina Manco ha sido mi protagonista en cada una de las novelas que hemos compartido, incluida ésta, aunque la titular sea Ruddy.
-¿La convenciste de apostar nuevamente a un multiestelar asignándole el nombre de su punto débil (los chocolates)?
-No (risas). Fue una feliz coincidencia, hay magias que ocurren. Ana fue una de las primeras personas con la que me senté. Le dije "estoy escribiéndote un personaje especialmente para ti, para que cubramos las cosas que hasta el momento no has explorado como actriz. Quiero escribirte el mejor papel de tu vida". Le hablé del personaje, se fascinó, y creo que era lógico y sensato que aceptara. Respecto al peso de que sea la musa, a mí todos los actores y actrices me inspiran. Ella dijo en alguna entrevista que esa opinión puede ser una carga en lugar de una ventaja, porque hay actrices que no lo comparten. Pero bueno, ¿qué quieres que te diga? En esta industria hay demasiados egos. Me gusta trabajar con grandes elencos y grandes actores, ¿cómo haríamos?
-¿Y en el caso de Astrid Carolina Herrera?
-Cuando "El país de las mujeres" hubo cierta resistencia de ella, como que no compartía mucho la idea del multiprotagónico. Parece que después terminó sintiéndose identificada y en esta oportunidad prefirió decir "no me vuelvo a pelar este barco".
-Los movimientos de actores a la hora de repartir el elenco, ¿afectan el desarrollo de tu historia?
-En esta novela hay una media vuelta de tuerca en la relación personaje-actor. Yo aquí estoy ensayando a actores en registros que no suelen hacer. Ana Karina Manco está haciendo un prototipo que nunca ha hecho, creo que la gente lo va a disfrutar mucho, está logrando un chocolate delicioso. Fabiola Colmenares siempre había hecho de villana, ahora está feliz. Nohelí Arteaga refleja mucha aristocracia, pero aquí la veremos como una tipa de barrio. En todos los casos es un reto actoral.
-Romper los esquemas...
- Quise hacerlo con algunas personas, quise probarlos y probarme con ellos. Me dije: ¿por qué no con Diego Bertie también? En televisión ha mostrado un hombre serio, melancólico, pero quise jugarme esa carta porque él es mucho más de lo que las telenovelas le han dejado mostrar. Es un hombre de teatro, de cine, un extraordinario actor. Estoy absolutamente feliz con Diego. Este experimento me ha llenado de unas sorpresas maravillosas.
-Intentaste anteriormente repetir tu mancuerna con Ruddy Rodríguez sin tener éxito, ¿pesó a la hora de asignar créditos?
-Yo he aprendido a tener paciencia para que las cosas se me den en su justo momento. El personaje de Camila Rigores es atípico, en término de lo que suelen ser las características de una protagonista. Tiene mucho temperamento, mucha fuerza. A la mayoría de las protagonistas les pasan las cosas, aquí es ella quien activa su destino. Ruddy la dimensiona muchísimo, no me cabe duda alguna, éste era el momento perfecto.
-¿El llamado de otras naciones te llevará alguna vez a abandonar el país?
-He recibido ofertas interesantes de México, de Colombia e incluso de España. Obviamente me atraen mucho porque son países interesantísimos, donde se pueden crear productos audiovisuales bien audaces. A la hora de tomar la decisión evaluaré, pero ahorita me interesa mucho mi país, me interesa comunicar desde mi país, me interesa dar la batalla aquí mismo.
-Por eso haces de alguna manera un homenaje a Venezuela...
-Esta es la novela más divertida que he escrito, tiene una presencia incesante del humor. Disfruto mucho escribiéndola, mis escritoras también la disfrutan conmigo, y yo creo que eso ya es buen signo. Está hecha para sembrarle una sonrisa a la gente, creo van a ver un espectáculo interesantísimo. Los actores están dejando el alma allí y efectivamente buena parte de la ambición de esta novela es convertir a Venezuela en otro de los grandes personajes de la historia.
-Sin dejar de apreciar el cariño del público foráneo...
-Yo en algunos países a los que he viajado, Estados Unidos, Colombia, República Dominicana... me he sorprendido porque la gente está interactuando con mis novelas. Me he asomado al foro de "El país de las mujeres", donde he visto los comentarios me sorprenden, participan en la trama, juegan, construyen relaciones afectivas. Eso me parece maravilloso, es el involucramiento total del público con mi trabajo. Claro que también te crea una mayor responsabilidad, cuando escribes entre cuatro paredes de un estudio estás consciente de que tu mensaje no es para Venezuela nada más, sino para un público que tiene demasiadas maneras de disfrutar el amor, de reírse, de ver telenovelas.
LOS AMANTES
SEGUN EL AUTOR
|
Camila Rigores (Ruddy Rodríguez): |
La templanza |
Simón Luna (Diego Bertie): |
Signado por las mujeres |
Sol Rigores (Beatriz Valdez): |
La elegancia sensual |
Chocolate (Ana Karina Manco): |
Un terremoto encantador |
La Vikinga: |
El coraje hecho mujer |
Don León Rigores (Jorge Cao): |
Un caballero trágico |
Micaela Lugo (Nohelí Arteaga): |
La vida con sabor a guaguancó |
La Perla (Astrid Carolina Herrera): |
El candor, la sonrisa y la velocidad. Se parece mucho a la magia |
Alejandro Linares (Carlos Mata): |
Una crónica de la complejidad de la vida en pareja. |
Valentina Linares (Rosalinda Serfatty): |
La hija del estrés y la paranoia |
Tony Calcaño (Daniel Alvarado): |
El pícaro renovado |
Lucho Cárdenas (Yanis Chimara): |
No vamos a tener más remedio que quererlo mucho |
Renata Cárdenas (Carlota Sosa): |
El arquetipo de la castradora |
Abril Cárdenas (Gaby Espino): |
La irreverencia, la transgresión, la acidez |
El siete (Juan Carlos Vivas): |
Una sonrisa permanente |